Sabemos que cada par de zapatos cuenta una historia, acompaña momentos importantes y refleja tu estilo. Por eso, en esta sección te damos los mejores consejos para que tus calzados se mantengan impecables, sin importar el material. Un buen mantenimiento no solo alarga la vida útil de tus zapatos, sino que también los hace lucir siempre como recién salidos de la tienda.
A continuación, te mostramos cómo cuidar y limpiar correctamente los materiales más comunes:
El cuero PU es una alternativa sintética al cuero natural. Es resistente, fácil de limpiar y más económico, pero requiere cuidados específicos para que no se agriete ni pierda el brillo.
Cómo limpiarlo:
Usá un paño suave y húmedo con agua tibia para eliminar el polvo o suciedad superficial.
Para manchas más difíciles, podés usar unas gotas de jabón neutro diluidas en agua.
Evitá productos abrasivos o alcohol, ya que pueden dañar la capa protectora.
Secá con un paño seco sin frotar fuerte y dejá que se ventile al aire libre (sin sol directo).
Opcional: aplicá una crema especial para cuero sintético o un spray protector para mantener su flexibilidad y brillo.
El cuero genuino es un material noble que necesita cuidados regulares para conservar su apariencia, textura y color. Bien cuidado, puede durar muchos años y volverse más bonito con el tiempo.
Cómo limpiarlo:
Retirá el polvo con un paño seco y suave o un cepillo de cerdas blandas.
Para manchas superficiales, usá un paño ligeramente húmedo con agua tibia. No satures el cuero con agua.
Aplicá una crema o cera nutritiva para cuero con un paño limpio, haciendo movimientos circulares. Esto hidrata el cuero y evita que se reseque o se agriete.
Dejá secar a temperatura ambiente, lejos de fuentes de calor o sol directo.
Guardalos en un lugar ventilado y, si es posible, con hormas para mantener su forma.
La gamuza es elegante y suave al tacto, pero también más delicada. Absorbe fácilmente polvo y manchas, por lo que necesita un tratamiento especial.
Cómo limpiarla:
Usá un cepillo especial para gamuza (de goma o cerdas suaves) para remover el polvo y levantar el pelo del material. Cepillá siempre en la misma dirección.
Para manchas secas, pasá una goma para gamuza o un borrador blanco común (suave).
Si hay manchas de líquido, secá primero con papel absorbente (sin frotar), luego dejá que seque naturalmente y pasá el cepillo.
Nunca uses agua directamente sobre la gamuza. Si necesitás una limpieza más profunda, existen sprays limpiadores y protectores específicos para este material.
Guardá los zapatos en bolsas de tela o cajas, lejos del polvo y la humedad.
💡 Consejo extra: Siempre probá cualquier producto o método de limpieza en una zona poco visible del zapato antes de aplicarlo por completo.
Con estos cuidados, vas a poder disfrutar de tus zapatos favoritos por mucho más tiempo, manteniéndolos siempre listos para cualquier ocasión. En nuestra tienda, no solo te ofrecemos calzado de calidad, sino también los conocimientos para que cada par se mantenga perfecto por más tiempo.